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Castillos de naipes

En el octavo capítulo de la primera temporada de House of Cards asistimos, probablemente, al único momento de toda la temporada en el que Frank Underwood se conmueve delante de esas cámaras de objetivo penetrante.


“Nothing is permanent, not even this building (…)

I don´t mean to sound ungrateful. I´m very grateful, I´m deeply honored and I am very moved.

I had the good fortune to spend the last weekend with a group of friends, friends I haven´t seen in a very long time (…)

I wish I could describe…

Harmony that’s the word that’s stuck in my mind, its not about what’s lasting or permanent, it’s about individual voices coming together for a moment … and that moment lasts the length of a breath… that´s what I think about my time here.”


(Nada es permanente, ni siquiera este edificio (...)

No quiero sonar desagradecido. Estoy muy agradecido, para mi es un profundo honor y estoy muy emocionado.

He tenido la fortuna de pasar el último fin de semana con un grupo de amigos, amigos que no he visto durante mucho tiempo (...)

Ojala pudiera describir... Armonía, esa es la palabra atrapada en mi mente, no es sobre qué es duradero o permanente, trata dobre voces individuales uniéndose por un momento...y ese momento dura lo que dura un aliento... eso es lo que pienso sobre mi tiempo aquí).





El episodio transcurre en el colegio militar Sentinel, donde Francis se encuentra para la inauguración de una biblioteca que llevará su nombre: The Francis J. Underwood Library. A lo largo de la historia, el protagonista se pregunta qué ha significado aquel colegio para él, qué significó la antigua biblioteca que ahora va a ser reemplazada por una nueva construida sobre una cadena de favores. “Do you think this place made us? ” (¿piensas que este lugar nos ha hecho a nosotros?) le pregunta a un antiguo amigo, ambos sentados en la ebriedad y la oscuridad polvorienta del antiguo edificio.


Qué papel tuvo ese suelo de mármol que asciende con aires neoclásicos por las columnas, las paredes blancas sobre las que reflejan luces y sombras los enormes chandeliers de forja, o las estanterías de madera de nogal y los pupitres con sus pequeñas lámparas flexo. Un escenario con ánimo de nostalgia desde el primer día, que en este caso armoniza uno de esos momentos a los que Frank se refiere en su discurso.





Un castillo de naipes que dura lo que dura un respiro con telón de fondo... Muchas veces me pregunto hasta dónde nos alcanza el paisaje cotidiano que nos rodea, el edificio de la facultad donde estudiamos con sus ladrillos rojos, el pavimento de terrazo de las calles por las que paseamos en nuestra infancia que llegábamos a tocar, las paredes de corcho de la escuela primaria, la lámpara blanca de nuestro dormitorio cuyas sombras cobran vida durante el imsonmio. Un escenario que nos envuelve a diario del que sólo nos separa la piel.


En el mismo capítulo, Peter Russo y Christina conversan en la habitación donde Peter creció sobre una cama renqueante tras los trasiegos de la adolescencia. Ella le pregunta por la grieta del techo.


"You see that crack up in the ceiling?

I used to fall asleep staring at it every night

I know every inch and curve."


(¿Ves esa grieta arriba en el techo?

Solía quedarme dormido mirándola cada noche.

Conozco cada centímetro y cada curva)







Esta exquisita serie enmarca sus escenas con una arquitectura y unos encuadres sublimes…Uno de esos marcos es la ventana de casa de los Westwood, donde la pareja apaga las luces encendidas durante el día. Me pregunto si determinadas decisiones, tomadas entre el humo de aquel cigarrillo iluminado por la lamparita del vecino (que se ilumina cada día a las 6.45 am), hubieran sido diferentes con otro marco.







La casa blanca, probablemente el único lugar en el que las escenas son luminosas, blancas. El lugar donde tienen lugar, de puertas hacia afuera, los acontecimientos oficiales. El resto de las escenas de Frank transcurren, en su mayoría, bajo un halo de oscuridad.






Freddy´s BBQ joint, el secreto de Frank. Un pequeño rincon donde puede mancharse las manos sin utilizar guantes de piel. Lo auténtico de un lugar cuyo dueño no se molesta en reinventarse, ni en aparentarlo. Una burbuja de aceite usado en la superficialidad que rodea la Casa Blanca.


In a town where everyone is so carefully reinventing themselves, what I like about Freddy is that he doesn´t even pretend to change (en una ciudad donde todo el mundo esta cuidadosamente reinventandose, lo que me gusta de Freddy es que el ni se molesta en pretender que cambia)






Ese no-lugar, la heterotopía que es el coche moviéndose en la gran ciudad.





El apartamento cochambroso de Zoe, con su puerta a la escalera de incendios, salida de emergencia que sirve de válcula de escape para la tensión de ciertas escenas. Un apartamento en el que Zoe recoge los insectos en copas de vino para ponerlas debajo de la puerta del propietario.






Y yo me pregunto, ¿son los lugares los que hacen a las personas o son las personas las que conforman esos lugares, las que ponen ese cenicero de cristal sobre la repisa de la ventana, esa gran lámpara de noche que ofrece escasa luz, una copa de vino medio vacía, un teléfono que vibra con un mensaje que los otros no deben ver, el plástico sucio tras la ventana que no merece la pena arreglar, unas lentes sobre un periódico recién impreso...?.


La arquitectura se me plantea cada vez más como paredes en blanco, donde los usuarios colgarán y descolgarán los cuadros que enmarcan sus vivencias. Y me preocupa que la arquitectura de extraradio y las nuevas tecnologías no dejen lugar para esos objetos esparcidos por la casa.


 
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